Santo Domingo._ La defensa de la Unión Nacional de Transportistas y Afines, UNATRAFIN, negó ante el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional haber pagado a supuestos sicarios para matar a los tres hombres ligados al sector transporte en los hechos que se imputan a su presidente Arsenio Quevedo y a otros cuatro acusados de formar una red de sicariato.
En la continuación del juicio de fondo a este caso, William Garabito, abogado de UNATRAFIN, dijo a las juezas que los problemas entre sindicatos del transporte que habrían dado lugar a las muertes de Mateo Nieves de Jesús, Onervis Contreras y Ángel Javier, no involucraban a esta empresa sino a FENATRAPEGO, afiliada a FENATRADO y la familia Lara que es propietaria de la parada de autobuses del Sur ubicada en la avenida 27 de febrero esquina Duarte.
Por consiguiente, alegó que el sindicato que presidente Quevedo no tenía necesidad de desembolsar dinero para pagar a sicarios para dar muerte a los choferes de otras rutas.
Sin embargo, el Ministerio Público insistió en que UNATRAFIN sí tuvo que ver con esas muertes porque era la que se disputaba con FENATRAPEGO el control de esa parada para tener más rutas a su cargo y así lograr del gobierno mayor asignación de combustibles mensualmente.
Las juezas, presididas por la magistrada Gisel Soto, recesaron para este viernes la continuación del juicio y advirtieron que para ese día las partes tendrán no más de dos horas cada una para expresar su réplica y contraréplica. Soto agregó que para el lunes 26 el tribunal escuchará las motivaciones de las víctimas y los acusados.
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